A veces, la vida nos da una pequeña sorpresa. Aparentemente es pequeña, anecdótica, incapaz de ir más allá del propio hecho, o de trascender ese instante efímero de felicidad. Pero con el paso de los minutos, de las horas, esa sorpresa comienza a desplegar una batería de efectos colaterales. De repente te das cuanta de que la anécdota ha tomado fuerza en tu interior y amenaza con cambiar tu forma de pensar, de interpretar el mundo, de oir música,... sí... de oir música.
Eso es lo que me sucedió ayer por la noche. La pequeña sorpresa, el reencuentro con una vieja conocida de mi etapa estudiantil. El instante agradable, oirla cantar en un club de jazz cercano a mi casa. El cambio sustancial,... bueno creo que quiero aprender a apreciar la música tal y como ella, y no nos engañemos, otra muchas personas, la sienten, la expresan.
Si quereís oir una voz virtuosa, pura, limpia, franca,... pasaos por el enlace de más abajo. No quedaréis defraudados. Ella se llama Celia Mur. En el pasado no tuve la oportunidad de conocerla demasiado. Ahora sé que es tal y como canta.
http://www.myspace.com/celiamur