domingo, 11 de octubre de 2009

Controvertido Nobel de la Paz

La noticia que saltaba hace un par de días a todas las portadas de los diarios digitales me dejo perplejo. Nunca hasta ahora cuestioné un premio Nobel. Siempre considere que cualquiera de los candidatos contaba con motivos más que suficientes para recibir dicha distinción.
En el caso del Presidente Barack Obama, no me parece justificada la concesión del premio Nobel de la Paz a una persona que por ahora sólo ha generado expectativas de un nuevo periodo en la política internacional. Nada se alcanzó más allá de conseguir un nuevo estado de ánimo.

Me temo que este premio desprestigia a la institución que lo otorga, por la falta de fundamento, le resta importancia a otros galardonados que quizás sí que lo merecían y le hace un flaco favor al propio galardonado, cuya imagen se verá lastrada por un premio a todas luces inmerecido.

La figura de Obama no precisaba en modo alguno este "respaldo" a su todavía incipiente política internacional. Todavía tiene mucho partido por jugar y demasiados equilibrios que mantener en clave interna, si no quiere tener tantos detractores como defensores.